Acaba de aparecer un nuevo libro de Luis Lisón Hernández, Cronista Oficial de Alguazas, Ojós y Sucina, que hace el número 12 de los que ha publicado en solitario, y que con los otros 38 escritos en colaboración con diversos autores, redondea la bonita cifra de 50 obras.
Si titula Poesía y poetas en Sucina, en la transición del siglo XIX al XX, y ha sido financiado por la Junta Municipal de Sucina, que preside como Alcaldesa María José Avilés Olmos. El ejemplar, como ella misma augura en el Prólogo, pretende ser el primero de una serie que se dedique a dar a conocer la vida y obra de diversos personajes sucineros, que destacaron en dispares actividades.
El volumen recoge en sus 140 páginas, sesenta y dos poemas, publicados en “El Diario de Murcia”, en los años comprendidos entre 1899 y 1903, escritos por poetas sucineros o dedicados a alguno de ellos; aunque la inmensa mayoría (50) se debieron a Ricardo Pérez Bernabé (1873-1950), curioso personaje, que engendró diez hijos, y cuya faceta literaria era desconocida por sus propios descendientes. El resto fueron escritos por Manuel Bastida, Valeriana Morell, Juan Sánchez (senior), Gregorio Madrid García, Juan Sánchez (junior), Salvador Sánchez, Ana Pérez Bernabé, Gaspar Pérez Sáez, Isabel y Lola Sánchez Pérez, Antonio Vivanco y Julio Álvarez Gómez. Al inicio se insertan también ocho charadas, cinco de ellas originales del susodicho Ricardo Pérez Bernabé, y las tres restantes van dedicadas a él por Antonio Bernal, A. Saquero y Filomeno Marín.
Si titula Poesía y poetas en Sucina, en la transición del siglo XIX al XX, y ha sido financiado por la Junta Municipal de Sucina, que preside como Alcaldesa María José Avilés Olmos. El ejemplar, como ella misma augura en el Prólogo, pretende ser el primero de una serie que se dedique a dar a conocer la vida y obra de diversos personajes sucineros, que destacaron en dispares actividades.
El volumen recoge en sus 140 páginas, sesenta y dos poemas, publicados en “El Diario de Murcia”, en los años comprendidos entre 1899 y 1903, escritos por poetas sucineros o dedicados a alguno de ellos; aunque la inmensa mayoría (50) se debieron a Ricardo Pérez Bernabé (1873-1950), curioso personaje, que engendró diez hijos, y cuya faceta literaria era desconocida por sus propios descendientes. El resto fueron escritos por Manuel Bastida, Valeriana Morell, Juan Sánchez (senior), Gregorio Madrid García, Juan Sánchez (junior), Salvador Sánchez, Ana Pérez Bernabé, Gaspar Pérez Sáez, Isabel y Lola Sánchez Pérez, Antonio Vivanco y Julio Álvarez Gómez. Al inicio se insertan también ocho charadas, cinco de ellas originales del susodicho Ricardo Pérez Bernabé, y las tres restantes van dedicadas a él por Antonio Bernal, A. Saquero y Filomeno Marín.