domingo, 24 de enero de 2010

Recogido de LA OPINIÓN

El diario La Opinión de Murcia, publica en su edición de hoy, el siguiente OBITUARIO:

José Sánchez, casi un siglo de vida en el barrio de San Pedro
El padre del cronista oficial de Alcantarilla y colaborador de LA OPINIÓN Fulgencio Sánchez falleció ayer a los 92 años de edad
11:54
TOMÁS DEL CERRO
José Sánchez Bermejo, cabeza de una familia con arraigo secular en el barrio de San Pedro de Alcantarilla y padre del cronista oficial de la Villa y colaborador de LA OPINIÓN, Fulgencio Sánchez Riquelme, falleció ayer en la localidad a los 92 años.

José Sánchez nació un 19 de octubre de 1917 en el corazón del viejo barrio de San Pedro, donde ha permanecido sus 92 años de vida. Contrajo matrimonio con Dolores Riquelme Ferrer, vecina del mismo barrio, y la pareja tuvo su primer domicilio en la calle del Cura, desde donde más tarde se trasladaron una vía más arriba para vivir en la calle Palmera. Allí ha residido José Sánchez hasta que Dios decidió llevárselo a las ocho de la mañana de ayer. Su entierro se celebra hoy, a las once de la mañana, en la iglesia parroquial de San Pedro de Alcantarilla, la misma en la que contrajo matrimonio.

José Sánchez era un trabajador incansable. Después de probar en varios oficios, se hizo transportista de la fábrica de Caride, y concluyó su carrera en Manufacturas Metálicas del Segura, donde se jubiló a los 62 años de edad.

Era muy aficionado al fútbol, y seguidor empedernido del Real Madrid, aunque siempre veía todos los partidos que tenía ocasión, independientemente del equipo que jugara. Fue socio de la Nueva Vanguardia, así como del Casino de Alcantarilla.

Tenía cuatro hermanos, la mayor de ellas fallecida: Rosario, Vicente, Fulgencio y Antonio. Sus hijos son Fulgencio y José. Católico practicante, y muy amigo de Joaquín Martínez Guillamón, coadjutor de San Pedro, quien en sus últimos días le dio la extremaunción.

Con su desaparición, los vecinos del barrio de su barrio de toda la vida echarán de menos su amabilidad, y llevarán siempre en la retina el recuerdo de su imagen surcando en bicicleta, como estuvo hasta el año pasado, las centenarias calles que le vieron nacer, vivir y morir.