jueves, 2 de agosto de 2012

A JOSÉ ANTONIO MELGARES,

CON LA CRUZ DE CARAVACA  SOBRE EL PECHO DE UN CRONISTA GUERRERO.

A mi amigo José Antonio
Melgares de Caravaca
le acaban de designar
Cronista de la murciana
huerta y región transparente
en la que crece la palma.

¡Enhorabuena, Guerrero
que usas la pluma por lanza
para ensalzar a tu tierra
contándole sus hazañas
a los hijos de este tiempo
que casi no saben nada!

Ponles ante las narices
su olor a campo y naranjas,
sus catedrales barrocas,
sus seguras verdolagas,
sus poetas en panocho,
su arroz negro a calderadas,
su cielo mediterráneo,
su arena de costas blancas,
sus auroros matinales,
sus salzillas pasionarias,
sus pescados emergentes
en redes de manga ancha,
sus salados pinatares,
sus torreviejas habanas,
sus guardamares cautivas,
sus santapolas-tabarcas,
sus orihuelas crecidas
a la manera hernandiana,
sus Yeclas y sus Jumillas
de vinos acrisoladas,
sus Cartagenas mineras,
sus Lorcas y sus Totanas,
sus Alhamas alamares,
sus inmarcesibles Águilas,
sus Ciezas, Mulas, Alcázares,
Fortunas y Moratallas,
con los sueños no cumplidos
en tan largas esperanzas…

Mi José Antonio Melgares,
que más que cuerpo eres alma,
fírmalo todo después
con la Cruz de Caravaca
en el pecho por insignia
en oro, platino y plata.

Un Cronista es la razón
de la oración y la espada,
del inquietante vivir
en la alegría y la lágrima,
de que somos todo un día
y otro ya no somos nada
mas lo que atrás nos reserve
un lugar con nuestra estampa.

Que quede tu testimonio
palabra sobre palabra.
Enhorabuena otra vez,
José Antonio, al alba, al alba.

APULEYO SOTO PAJARES